EL AGUA
El
agua constituye un elemento natural indispensable para el desarrollo de la vida
y de las actividades humanas; resulta difícil imaginar cualquier tipo de
actividad en la que no se utilice, de una u otra forma.
En nuestro planeta cubre el 75% de su superficie, pero no
toda el agua se encuentra en condiciones aptas para el uso humano. El 97.5% del
agua es salada, el 2.5% resultante es agua dulce distribuida en lagos, ríos,
arroyos y embalses; esta mínima proporción es la que podemos utilizar con mas
facilidad.
El agua para satisfacer distintas necesidades se
transforma en un recurso. Sin embargo no todas las personas disponen de él.
Esto sucede por varios motivos, entre los cuales se puede mencionar la desigual
distribución natural del agua en la superficie terrestre. Esta imposibilidad
lleva a situaciones de escasez, que no tiene causas exclusivamente naturales,
sino que también sociales. Esto nos permite decir que existe una estrecha
relación entre la posibilidad de abastecimiento y el desarrollo, porque cuanto
mayor es el desarrollo, mayor es la capacidad para obtenerla y mayor es la
contaminación.
La humanidad requiere el agua cada vez en mayores
cantidades para realizar sus actividades. El mayor consumo de agua también se
debe al incremento de las practicas de irrigación agrícolas, al gran desarrollo
industrial o a la existencia de hábitos de consumo que, en ocasiones, implican
su derroche.
MULTIPLES USOS DEL AGUA
El consumo de agua varia según el tipo de actividad para
el cual se emplea. La agricultura de irrigación es la que demanda mayor
cantidad; a ella le sigue la industria y en el ultimo termino el consumo
domestico.
En el caso de la agricultura, debemos considerar que
mediante la irrigación artificial se logra incrementar la producción de
alimentos. En el proceso industrial, el agua también es imprescindible: algunas
industrias usan agua potable para elaborar sus productos, mientras que la
mayoría la utilizan en sus procesos productivos, como refrigerante o como
diluyente de efluentes.
En el caso del consumo doméstico se tiene en cuenta el uso
en la higiene personal, el lavado de utensilios, cocina, bebida, lavado de
autos, riego de jardines, etc.
En la actualidad, por ejemplo, la agricultura representa mas del 90% del consumo global de agua dulce continental; el resto se distribuye entre la industria y el uso domestico. El problema de la distribución del agua con respecto a las sociedades que la consumen ha generado respuestas tecnológicas variadas. Los antiguos romanos construyeron acueductos y norias.
LA CONTAMINACIÓN DE
AGUAS
De
acuerdo a la definición que da la OMS para la contaminación debe considerarse
también, tanto las modificaciones de las propiedades físicas, químicas y
biológicas del agua, que pueden hacer perder a ésta su potabilidad para el
consumo diario o su utilización para actividades domésticas, industriales,
agrícolas, etc., como asimismo los cambios de temperatura provocados por
emisiones de agua caliente (polución térmica).
En realidad, siempre hay una contaminación natural
originada por restos animales y vegetales y por minerales y sustancias gaseosas
que se disuelven cuando los cuerpos de agua atraviesan diferentes terrenos.
Los materiales orgánicos, mediante procesos biológicos
naturales de biodegradación en los que intervienen descomponedores acuáticos
(bacterias y hongos), son degradados a sustancias más sencillas. En estos
procesos es fundamental la cantidad de oxígeno disuelto en el agua porque los
descomponedores lo necesitan para vivir y para producir la biodegradación.
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